El sábado por la tarde-noche, tomando un aperitivo con una amiga en un bar italiano, he tenido la oportunidad de asistir a un conflicto entre padres y hijos.
Los padres, junto con otros adultos, tomando una cerveza y unas tapas, y un niño de 4-5 años: no se exactamente lo que pasó, pero de repente la madre cogió a su hijo, le dio una bofetada, el niño lloraba desesperando mientras el padre le decía «no pegues a tu madre». Todos con un tono de voz muy elevado.
Al final el padre se fue con el niño a casa y la madre preocupada en el bar, desahogándose con los amigos.
Todos muy tristes, quien se quedaba en el bar – la madre y los amigos, y quien se iba para casa – el padre y el hijo.
Una escena frecuente desafortunadamente hoy en día, pero igualmente me ha dejado impactada y pensativa.
¿Como se llega a estos extremos? madre y hijo que se pegan: ¿que hay detrás de todo esto, que no se sabe manejar de diferente manera? tristeza y enfados que generan mas enfados y mas tristeza.
Lejos de mi de juzgar a este madre, a este padre, a este hijo! ni siquiera se decir como fue la dinámica ya que todo estalló improvisamente; pero si creo que hay maneras alternativas y posibilidades para prevenir situaciones limites.
Ponerse en la piel del otro, a menudo ayuda:
¿Un niño que hace cosas de adultos como se puede sentir? Y un adulto que necesita desconectar del mundo infantil pero no puede, que sentimientos puede vivir?
¿Como poder mantener la calma y la mente despejada, para poder encontrar soluciones alternativas? quizás, solo poder dar una vuelta, poder correr algunos metro o saltar en el medio de la Rambla, poder hablar en un sitio abierto, sin ojos y orejas que escuchan, hubiera podido ser de ayuda.
Sigo reflexionando sobre esto, recuerdo las palabras de mi amiga «ojalá no llegue nunca a pegar mi hijo» y pienso en como se puede realizar este deseo suyo, y de muchas madres y padres.
Me viene a la mente la canción «Non insegnate ai bambini» de Giorgio Gaber, cantautor, actor y comediógrafo italiano, que concluye diciendo
«Non insegnate ai bambini
Ma coltivate voi stessi il cuore e la mente
Stategli sempre vicini
Date fiducia all’amore il resto è niente.»«no enseñen a los niños
cultivar vosotros mismos el corazón y la mente
Estar siempre a su lado el resto es nada»
Grandissimo Giorgio Gaber.
Consiglio anche la canzone «la libertà».